sábado, 27 de abril de 2013

Innsbruck: amor a primera vista.

Hola, chic@s, soy Alejandro. Perdón por no haberos escrito antes pero tanto Raquel como servidor hemos estado un tanto ocupados con nuestros quehaceres de la vida diaria (bueno, eso y que nos hemos ido de vacaciones una semana también, para qué os voy a engañar). Dicho lo cual, y dejando las excusas a un lado, me gustaría que nuestra primera entrada en este blog (de hecho es la segunda pero bueno, la primera como fue nuestra presentación, no la cuento) esté dedicada a la ciudad que nos ha acogido en este nuestro año Erasmus: Innsbruck o como lo llaman por aquí "la capital de los Alpes".

Para aquéllos de vosotros que no seáis buenos en geografía o simplemente ignoréis el dato, Innsbruck se halla en el estado austriaco del Tirol, del cual es capital, contando con un emplazamiento único en el mundo. La ciudad en cuestión (yo a veces me refiero a Innsbruck, siempre de manera cariñosa que conste, bajo el término de "pueblo", lo que produce cierto enfado en Raquel, por lo que voy a evitarlo a toda costa en este post) se encuentra en un valle, rodeada de montañas (los Alpes austriacos) lo que hace que Innsbruck cuente con unas vistas, unos paisajes y una silueta urbana dificilmente copiables en el planeta (adjuntaré alguna foto al final de la entrada).

Pues eso, que Innsbruck nos abrió sus puertas en otoño, llevamos aquí ya 7 meses, y honestamente, no nos arrepentimos para nada de haber venido. Todo lo contrario: NOS ENCANTA. Pero nos encanta a nivel: vamos a cualquier otro sitio y decimos "esto, en Innsbruck, es mucho mejor" o "esto, en Innsbruck, no pasa". Sí, chovinismo puro y duro. A ver, suponemos por otra parte que Innsbruck no es el punto geográfico más bello del Universo pero es taaaaan bonito. De hecho os voy a dar un consejo: habéis de venir a Innsbruck al menos una vez en la vida. No os arrepentiréis. Hacedme caso. ¿Cómo llegar? Os aconsejo, si venís desde España, que cojáis un vuelo barato (véase Ryanair) hasta el norte de Italia o bien el sur de Alemania y allí enlacéis un tren hasta Innsbruck (si vais en regionales suele ser muy barato). A ver, Innsbruck cuenta con aeropuerto propio pero no es muy grande y sólo algunas compañías se atreven a aterrizar allí (y la verdad es que hay que tenerlos muy cuadrados y muy gordos para aterrizar en Innsbruck con tanta montañita cerca...) por lo que el precio del billete suele ser bastante caro. Paréntesis de información turísta aparte, os sigo contando.

Yo llegué a Innsbruck un 1 de octubre a eso de las seis de la tarde, Raquel había llegado una semana antes. Lo recuerdo como si fuese ayer. Un día áspero, feo, triste. Un día lluvioso y gris. Creedme que no lo recordaría si no fuera porque se trata del día en que llegué a IBK. Ese día me recogió en el aeropuerto de Innsbruck el que por aquel entonces era mi compañero de piso. Y he dicho era porque me tuve que mudar mes y medio después por motivos que me ocuparían otro post entero explicaros por lo que a lo mejor os los cuento otro día. En fin, que después de que me recogiera me llevó a nuestro piso y me organizó una pequeña fiesta-barbacoa con unos amigos suyos (muy típicas en Austria en periodo estival por otra parte). Lo típico, acabé mamadísimo con tanta cerveza austriaca y eso que llevaba en Innsbruck sólo 3 ó 4 horas. La Erasmus prometía (jajajaja). 

Al día siguiente pasó algo extraordinario. Me levanté, cogí mi iPad (sí, tengo un iPad, ¿qué pasa?) y me dije: "Alejandro, voy a ver dónde estoy realmente". Así que accedí a la aplicación de mapas (con muchos errores por cierto, no me extraña que haya levantado críticas en medio mundo) y le di a localizar posición. Apareció un punto azul en el mapa (mi posición), me ubiqué un poco dentro de la geografía innsbruquesa y en ese momento al lado del punto azul, de donde estaba, leí: "Rössl in der Au". Me sonaba. No recordaba de qué pero me sonaba. En ese momento caí: la residencia de Raquel (yo a ella sólo la conocía de hablar por Facebook). Y en efecto, allí vivía ella. A escasos 50 metros de mí. Bueno, a ver, la parte más curiosa de esta historia es sin duda que ella y yo jamás nos habíamos visto antes por la Facultad de Medicina de Sevilla y eso que llevábamos cuatro años estudiando juntos. Anécdota aparte, quedamos ese  mismo día para que me pusiera un poco al tanto de la situación. Ella tenía prácticas (de hecho yo también, pero la cordinadora Erasmus me las cambió por haber perdido ya dos días de prácticas) por lo que no pudimos charlar mucho y supongo que ese día empezó todo... Ahora llevamos casi seis meses saliendo juntos y la mar de felices. Por lo que a nosotros, a parte de para conocer un lugar impresionante en el corazón de Europa, la Erasmus también nos ha servido para encontrar a nuestra media naranja. Y bueno, tampoco voy a hacer mucho hincapié en el tema que me suelo poner un poco ñoño con estas cosas :P

Del tema académico no os voy a contar mucho porque no me gustaría aburriros con información que para vosotros es del todo irrelevante. Sólo deciros que, a ver, somos Erasmus. No vamos a suspender (indirecta captada, espero). Del resto.. pues bueno. Aquí se puede esquiar (estamos en los Alpes, cómo no), se puede hacer patinaje sobre hielo (hasta yo me he atrevido aunque, lo admito, me he pegado contra el hielo alguna hostia que otra y creedme que duele), se puede hacer trineo... y también deportes más clásicos, al menos para nosotros: vóleibol, fútbol, senderismo, etc. Y después tenéis el deporte nacional en Austria junto al esquí: el levantamiento de vidrio en barra fija, al cual yo me apunto también. Sólo comentaros que aquí la "happy hour" de los pubs es de 3 a 5 (de la tarde, claro)... Imaginaos cómo de mamados se han de poner éstos.

Del tema lingüístico... Bueno, el alemán de Austria es al alemán estándar.. lo que el andaluz al español de Castilla. Pero bah, a Raquel y a mí se nos dan bien los idiomas por lo que no tenemos problemas. En el peor de los casos recurrimos al inglés y como casi el 90% de los austricos lo domina (igual que en España, vaya) pues kein Problem (ningún problema).

En resumidas cuentas, chic@s, que estamos super felices de estar aquí. Estamos super bien y todo es super bonito. Y si venís, no os preocupéis por el tema económico. Quitando un par de cosillas puntuales como por ejemplo el alojamiento o el pescado (ya sabéis que Austria mar, lo que se dice mar, no tiene), el resto no es mucho más caro que España. Más bien lo contrario... y eso que tienen un sueldo mínimo casi el doble que el español... Porque tenemos que acabar la carrera en Sevilla que si no.. aquí nos quedábamos. Alejados del desánimo, el pesimismo y la fatalidad de España. Aunque no es para menos con un 27% de paro y un 57% de paro juvenil. En fin, que hay que ser optimistas, joder.

Un saludo y hasta el próximo post, amig@s.





2 comentarios:

  1. Mierda acabo de escribir un megacomentario con dudas y no se ha publicado, bueno te resumo a ver si me puedes ayudar, me presento, me llamo Ángela estudio medicina en la hispanlense y me voy el año que viene a innsbruck y tengo dudas sobre el tema residencia. Estaba interesada en la misma que tu has mencionado en el post pero tengo algunas dedillos a ver si tu oRaquel me las podéis resolver:
    1- no hay comedor no? O si? Cada uno se hace su comida en su cocina no?
    2- me han dicho que reserve pronto quede agotan las plazas, pero no sé exactamente que es pronto si ya o mayo o que??
    3- porque página me aconsejáis que haga la reserva si home4students o housingoead; la segunda me pide un depósito de 950€, algo excesivo para la poca seguridad que me da, no se que va a pasar con ese dinero si se lo quedan, me lo descuentan de las mensualidades o que; pero en la primera se supone que hasta abril o mas no dice nada de si tengo plaza, y eso me agobia (por lo de que tengo que reservar pronto) a ver si me podéis como lo hiciste tu (Raquel) y vuestros conocidos.
    Gracias de antemano!!

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